Expectativas 2013: El viaje soñado

¡Lo prometido es deuda! y yo cumplí. Como dije, iba a tratar de escribir antes de irme, y acá estoy, es de madrugada y la inspiración toca lentamente a mi puerta. Aún sigo reteniendo, aunque sin el mismo fervor de hoy a la mañana producto del sueño, esa sensación de plena felicidad que recorre cada parte de mi cuerpo. Esta vez no solo es por la ansiedad de volver a ver el mar una vez más, si no por algo que es mucho más importante para mi y que, probablemente, sea lo que más estoy esperando de este 2013. Mi viaje a Disney, o mejor dicho, mi vuelta a la infancia. 
Desde que tengo memoria me pase los minutos y las horas contando el tiempo de espera restante para poder conocer ese mágico lugar que, hoy por hoy, se vuelve un poquito menos inalcanzable a cada día que transcurre. Reconozco que siempre tuve sueños, siempre me consideré una chica soñadora y, por lo tanto, ambiciosa, pero sin duda alguna este viaje se encuentra en la cima de las innumerables metas que espero se cumplan algún día. 
Así como las chicas sueñan con su noche de princesas al cumplir 15 años, yo sueño con mi cuento de hadas rodeada de los personajes y las historias que me acompañaron durante toda mi niñez y me llenaron de sueños y esperanzas. Así como todas sueñan con su vestido y su torta, yo me desvelo por comprobar que el lugar de donde provienen los finales felices en verdad existe, y tiene uno muy bello reservado especialmente para mi.