Hoy
reflexioné y me di cuenta de que finalmente encontré lo que estaba buscando:
finalmente me
encontré. Dejé de buscar lo que quería ser o lo que era y, de
alguna manera, volví a ser lo que siempre fui. Volví al color lila, a la música
pop y las baladas de piano y jazz, volví a dibujar todo el tiempo, a escribir
historias como solía hacerlo de pequeña, volví a mis ropas tranquilas, a los
personajes imaginarios que me gusta inventar, volví a cantar canciones tontas y
a imitar (aunque sin éxito) increíbles voces que escucho por ahí, volví a
bailar torpemente e inventar conciertos propios como lo hacía antes, volví a
reírme de mi misma y a soñar con futuros locos que quizás podrían suceder.
Entendí que nunca sería feliz si no fuera como en verdad soy. Terminé una
búsqueda que probablemente inicié inconscientemente, desesperada por gustarme
un poco más a mi misma. Hoy me siento conforme con lo que soy, puedo decir que
hasta estoy orgullosa.
Supongo que jamás dejé
de hacer o ser todas esas cosas, mis amigos y mi familia saben que siempre fui
así, solo que ahora no me da vergüenza serlo. Soy una persona un tanto vintage,
con rasgos hippies y gustos musicales mezclados, adoro la literatura y el arte,
no me gusta el ejercicio físico pero me preocupo por mi cuerpo, soy soñadora,
más de una vez sueño con ser algo así como una princesa (o al menos sentirme
como una), no me siento conforme con mi estatura pero sin con lo que el espejo
refleja. Soy lo que soy, no puedo cambiarlo, solo aceptarlo.
Entendí que para ser lo
que siempre quise ser solo tengo que aceptarme, ya no busco parecerme a otras
personas, porque ahora se que todo lo que soy me hace especial y única. Me
siento feliz y completa. Estos tres años de Secundaria me sirvieron para darme
cuenta de lo que quiero y así poder disfrutar de lo que me resta de escuela.
Estoy preparada para enfrentar lo que sea, me arrepiento de algunas cosas, por
eso pido perdón. Digamos que esta búsqueda me sirvió para sacar una versión mejorada de mi misma.
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