lunes, 23 de febrero de 2015

Felicity

Hace ya bastante tiempo que no ando por estos lados. Tal vez sea porque comencé mi año tranquila, sin grandes emociones o sobresaltos dignos de quedar grabados por escrito. Sin embargo, quizás la razón por la cual no escribo es que estoy feliz. Este 2015 me está trayendo paz y armonía con todos mis yoes internos. Día a día aprendo a aceptarme como soy y voy descubriendo quién quiero ser. Supongo que esa es mi gran meta para este año; descubrirme, aceptarme, quererme y, ya que tiendo a aburrirme con facilidad, reinventarme todas las veces que sea necesario.

Otra de las cosas que estoy aprendiendo es que la felicidad se construye y se elige. Somos nosotros quienes decidimos despertar con una sonrisa en el rostro o gruñendo cual Grinch; somos nosotros quienes elegimos ver el vaso medio lleno o medio vacío. Por eso, todos los días decido irradiar buena y atraer la energía positiva (porque, como siempre, lo que das vuelve). Aunque a veces cueste ya que así es la vida, la recompensa al final es maravillosa.

El nuevo año me encuentra de esta forma: llena de proyectos, con un torbellino de ideas en mi interior, siempre lista para soñar y con la mente abierta a nuevas aventuras (y muy cursi, además). Por suerte tengo gente hermosa a mi alrededor, que contribuye a fomentar mi alegría y mis ganas de ser feliz y  hacer lo que me gusta. Y eso me encanta. Me encanta la gente que te ilumina con su brillo interno, la gente honesta, que se conmueve de verdad, que no teme mostrar sus sentimientos, que adora expresarse.

Agradecer siempre, celebrar la vida y vivirla con intensidad. Este es una año para festejar. Festejar el amor, la amistad, la alegría, la bondad. Y como leí alguna vez "... Que la vida sea siempre primavera."


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